Las motos eléctricas también se visten de competición

Las motos eléctricas también se visten de competición

Al igual que ocurre con los coches y su categoría de carreras eléctricas, -la Fórmula E-, el mundo de la moto también está ganando una presencia importante de cara a las diferentes vías de competición en cuanto a motos eléctricas. Tanto es así que los amantes de las dos ruedas poco a poco tienen nuevas alternativas para decantarse por clases de gran peso y prestigio, como ocurre con la Moto-E. Esta fue la primera competición internacional que posteriormente dio paso a otras de nivel más amateur.

Para los fabricantes, participar en campeonatos mundiales va más allá del deseo de acumular trofeos. Los circuitos son una pista de pruebas inmejorable, no solo para registrar tiempos, también para validar la viabilidad de nuevas tecnologías que luego podrán aplicar a los modelos de calle. Lo hemos visto continuamente en los certámenes de automovilismo, quienes han utilizado la práctica para su implementación en el uso diario. Y para las motos eléctricas, estas van formando su propio lugar en la competición.

Las carreras de motos eléctricas, una nueva variante

Un vistazo a esta serie de carreras muestra que la electrificación está cada vez más presente. Así, los pocos (de momento) proyectos que van tomando forma son los de la mencionada Moto-E, Liion GP, y Ego. Las tres están ganando un aspecto notorio. Tanto, que para lo que ocurre con la competición de motos eléctricas de Moto-E, ha sido la misma categoría de MotoGP la que se ha decantado por incluirla en su formación.

De hecho, fue la empresa organizadora de Dorna quien formuló para que esta competición de motos eléctricas estuviera también presente en el Campeonato del Mundo de Motociclismo. Ello hizo que fueran muchos los que presagiaran que la de Moto-E será la sustituta, tal y como la conocemos, del Mundial de MotoGP. La idea es reunir a todas las competiciones sobre dos ruedas participantes en una misma. Esto es la de incluir a Moto-E junto a las de Moto3 (250cc), Moto2 (765cc) y la propia categoría reina (1.000cc).

El proyecto general ha ido tomando forma y aunque todavía queda bastante camino por recorrer para que termine cobrando la consideración e interés que se busca, ya se han adoptado importantes iniciativas de cara al futuro. Las tres competiciones que repasaremos (Moto-E, Liion GP y Ego) tienen en común que surgiendo casi a la par después de muchos años pensando en la sostenibilidad y en las nuevas tecnologías.

Un cambio por las nuevas tecnologías

El resultado de los tres planes de motos eléctricas a nivel competición está siendo bastante sobresaliente, sobre todo en el caso de la de Moto-E, actualmente la más importante. Es la que tiene más reputación dadas sus especificaciones técnicas, y porque está situada en el plano más internacional, al contrario que sus dos predecesoras.

La opción de Energica ha cobrado mayor peso frente a otros competidores porque dispone de un producto ya completamente desarrollado y comercializado, con una variada gama de motos deportivas. Sin embargo, la propia Federación Internacional de Motociclismo, la FIM, espera que las dos categorías eléctricas que le siguen puedan ir creciendo conforme pasan las temporadas. La intención, por otra parte, es que tanto Ego como Liion GP sirvan a modo de ‘formación’.

Moto-E, la revolución de las motos eléctricas

Con toda seguridad, luego de las del Campeonato de MotoGP, esta es la que más oirás hablar. Es la competición principal en cuanto a motos eléctricas. Una categoría que, desde su formación en 2017 y debut en 2019, ha dado importantes pasos de cara a una mayor visibilidad, pero también mostrándose como una categoría muy a tener en cuenta en el mundo de la velocidad. La llegada de pilotos de gran reputación como los españoles Jordi Torres, Nico Terol y María Herrera, u otros como Yonny Hernández o Andres Pires han hecho porque sean varios los que hayan puesto sus ojos en ella.

En ella se ofrece una visión alternativa de las carreras en los circuitos como un ejemplo de deporte de motor con cero emisiones. Posteriormente, y dada la gran cobertura conseguida, este tipo de competición de motos eléctricas hizo porque se lograra ubicar como categoría soporte de la propia MotoGP. Actualmente se encuentran en su tercera temporada.

Uno de los rasgos más significativos de estas carreras es que todos los pilotos competirán con la misma moto, la Energica Corsa. Lo hacen de la mano del fabricante italiano Energica Motor Company, quien, hasta el momento, es el único proveedor de las motos eléctricas que podremos ver desde. Alcanzando velocidades similares a las de Moto2 (250km/h) estas motos cuentan con un motor sincrónico de imanes permanentes, refrigerado por aceite y su potencia ronda los 160 cv. Acelera de 0 a 96 km/h en 3 segundos.

Las motos se concentrarán en una zona específica (e-paddock), en la que cada equipo tiene su propio box. Enel X, el socio oficial de carga inteligente de la competición de motos eléctricas, proporcionará un dispositivo de carga móvil, el JuiceRoll, compuesto por una unidad semimóvil y una unidad móvil por moto. Se recargan al máximo en 30 minutos, pero no hará falta enchufarlas a la corriente porque las carreras serán de unas 10 vueltas.

La unidad móvil acompañará a la moto en la parrilla y se utilizará para recargar la batería y dar energía a los calentadores de los neumáticos. Los paneles solares se acoplan con los medidores inteligentes, que son equipos de medición para realizar un seguimiento constante del uso de energía eléctrica en el evento.

Liion GP, la categoría monomarca

A continuación, tenemos una de esas motos eléctricas a modo de competición que se aleja bastante de las categorías profesionales de MotoGP, Superbikes y de la propia Moto-E. Hablamos de la Liion GP, un tipo de carreras que salió prácticamente a la par que la anterior Energica. Ideada por un grupo de estudiantes, la principal diferencia es que está hecha con la intención de formarse encima de una moto de grandes prestaciones de cara a posibles competiciones internacionales.

Estos estudiantes de la Universidad de Twente, quisieron demostrar que se podía integrar un motor eléctrico en una moto amateur. Pero integrar ese motor eléctrico en un chasis no fue una tarea fácil, por lo que también tuvieron que trabajar en un chasis, en el cual también pudieron integrar baterías adicionales, y un brazo oscilante de nueva empuñadura.

Inicialmente, el propósito era únicamente construir una moto a la que posteriormente se le podrían sumar nuevos conceptos y kits eléctricos. Pero, vista el éxito rotundo y la gran aceptación del sector, estos jóvenes de Países Bajos obtuvieron el visto bueno para la creación de un campeonato. Eso sí; por el momento, la categoría no estudia una expansión internacional. Todos los equipos participantes corren con las mismas motos.

Para llevar a cabo su proyecto, no solo tuvieron que trabajar en el chasis, motor o batería electrónica. La carrocería también ha sido construida por ellos. Basta un rápido vistazo para que la Liion-GP, cuya velocidad máxima es de 200 km/h, se vea como un desafío para cualquiera.

Sus prestaciones y características principales la asemejan a una unidad de 600cc de combustión convencional, tal vez, con un poco más de potencia (204CV) y 220 kg, un peso exagerado para una moto de ese rendimiento, pero relativamente bajo si se tiene en cuenta que es una eléctrica.

El motor Bamocar D3 de 150 kW alimentado por baterías de 16 kWh de capacidad, es parte fundamental en la estructura, delineada a partir de un chasis tubular de acero y acompañada por una parte de ciclo de alta calidad: utiliza frenos Brembo M4, suspensiones Ohlins de carrera y llantas de magnesio Ten Kate, entre otros.

La Ego, el campeonato de grandes prestaciones

Luego de las Liion-GP y Moto-E como competición de motos eléctricas, nos adentramos en un campeonato que se presenta con la idea de ser, en un futuro, la antesala de la de Energica. Todo con el firme propósito para que las motos eléctricas de este calibre se hagan con el sitio que hoy se encuentran las de combustión, como ocurre con las tres categorías de MotoGP.

Por su parte, esta es una clase muy nueva y de la que todavía se está formando, por lo que no hay demasiadas expectativas puestas ni generadas a corto plazo. Con una creación en 2020, un año después del debut de Moto-E, se presentó el pasado año en Roma bajo una curiosa atención. En ella aparecieron expilotos señalados, entre ellos Loris Capirossi, el cual se postula para ser uno de los que haga su participación en estas carreras.

A esperas de que debute oficialmente (FIM y Dorna esperan que para 2023), la misión es que dé paso a los pilotos que se quieran involucrar en la Copa Mundial de Moto-E. De la misma forma que con la involucrada en el mundial de MotoGP, su tecnología ha sido evolucionada por la compañía energética Enel, una de las mayores del mundo. Su objetivo es el de hacer más verde el paddock de todas las categorías del mundial, contando con nuevas baterías, cargadores y alimentación de camiones y hospitalities.

La nueva versión de Energica Ego+ dispone de una batería de iones de litio de 21,5 kWh de nuevo diseño con un 62% más de capacidad, pero pesa menos que antes. Obviamente con una potencia inferior a la Energica Corsa, donde se espera que oscilen entre los 150-200km/h, una de sus características más notables es que su batería garantiza una autonomía impresionante para su nivel.

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